HISTORIA
Centro Shama con más de veinte años de vida institucional.
EL INICIO
Frances Davinson, es la fundadora. Al año que Frances recibió a Cristo en su corazón, ella con un grupo de hermanos de su iglesia predicaban el evangelio de Cristo en plazuelas. En una oportunidad se acercaron un grupo de niños sucios, sin zapatos, con ropa andrajosa, drogándose y durmiendo en las calles, le dolió mucho en el corazón, no podía soportar ver niños en esa condición tan deshumanizante. Ella compartió: tenía que hacer algo.
Frances reunió a un grupo de hermanos de su iglesia para ir a buscar a los niños donde ellos tienen su hábitad , en lugares peligrosos y de mucho crimen. Pero nada la detenía. Esos grupos llevaban chocolate caliente, panes e historias bíblicas, a media noche. Al repartir el alimento, el grupo entablaba conversación y trataba de establecer amistad con ellos. Cuanto mas acercamiento tenia hacia ellos, Frances sentía con más carga de hacer algo serio por ellos.
Ella tenía un sueño, «Una Casa para vivir con ellos», de esa manera, la restauración de los niños sería completa.
Frances compartió su sueño con su Pastor. Sin embargo a su pastor no le gustó la idea. El dijo, «solamente te preocupan las cosas sociales, ¿para esto ha sido llamada la iglesia?, si no evangelizamos, !no estamos haciendo nada!, Frances se vio frente a un bien-intencionado cristiano con paradigmas «evangélicos» que encierran a la iglesia en sus cuatro paredes.
Esto tiene un nombre: Gnosticismo Evangélico.
Ella insistió en compartir su sueño pero, un día su pastor le dijo que la pondría bajo disciplina si persistía con su idea. Frances finalmente no obtuvo el permiso de su pastor para iniciar el proyecto . Con mucha tristeza ella tuvo que dejar su iglesia y empezar el proyecto con otras cinco hermanas en Cristo que también creían en su sueño. Ella estaba muy triste de dejar su iglesia, pero absolutamente convencida en su mente y corazón de que Dios la estaba llamando a ministrar entre los niños de la calle.
Y así empezó el Centro Shama con muy pocos recursos y muy poca gente.
Dios fue añadiendo por medio de los seminarios y Escuela de Capacitación que el Centro Shama realizaba educadores, oferentes y gente de oración.
Hubo todo un despertar hacia el trabajo con los niños de la calle.
Después de cinco años, Frances cumplió su sueño «Una casa para los niños que viven en las calles».
Por espacio de 10 años, el Centro Shama se dedico a restaurar a los niños que vivían en las calles de Lima, dándoles la oportunidad de cambiar totalmente su estilo de vida. En todo ese tiempo, cientos de niños tuvieron la oportunidad de cambiar sus vidas. Muchos de ellos, volvieron a las calles porque amaban mas su libertad, tenían 9, 10 , 11 años. Otros si deseaban cambiar sus vidas y se quedaron hasta los 18 años. Algunos recibieron a Cristo, como Su Señor y Salvador, otros no hicieron su decisión por Cristo, pero fueron criados con los principios cristianos. En la actualidad, un buen grupo de ellos están reinsertados a la sociedad, siguen el buen camino.
Shama significa «Dios está aquí» en la lengua hebrea. cuán real es esto a medida que realizamos nuestro ministerio ¿verdad? Dios nos ha dado el mandato de cumplir la gran comisión, pero El nos ha asegurado que ¡su presencia estará con nosotros hasta el fin del mundo!
La Institución
Centro Shama Niños de la Calle, es una asociación Civil sin fines de lucro creada el 29 de junio de 1999. Una institución cristiana al servicio de los Niños abandonados en las calles de Lima. Inscrita en los Registros Públicos de Lima con Nro. 11106795; Ministerio de Educación con Nro. 763-2002 ED; MINDES con Nro. 174 y SUNAT con Nro. 20456378758
Después de trabajar por espacio de 10 años en las calles de Lima y en algunas instituciones ayudando a los niños que viven en las calles, conociendo su dolor, su desamparo y el maltrato que sufren en las calles. El Señor nos dio la visión y el llamamiento ( Mt. 25:31-40) y nos mostró la imperiosa necesidad de formar una Casa Hogar para ayudar, proteger y proporcionarles un cambio de vida a los niños y bebes en completo abandono, preparándolos para que sean adoptados.
El encargo que tenemos de parte de Dios es rescatar a la gente más necesitada de la calle, en especial a los niños y bebes maltratados y/o abandonados; sensibilizar a la comunidad en general y al Estado peruano a realizar «Un plan nacional por la niñez en alto riesgo», que es de mucha necesidad para el Perú y lamentablemente no existe.